Nuestro campamento estaría situado en los postes solares. Hay una casa central conectada a varios bloques de casas. En la casa central habría un invernadero, un acuario, un gimnasio y otras habitaciones, cada una con sus propias funciones (agua, aire, energía). En un radio de 10 m encontraríamos nuestros paneles solares. La conexión entre las casas se hace con túneles.

Cerca de los polos lunares

Elegimos este lugar porque tiene una temperatura agradable, ni demasiado frío ni demasiado calor. Y también porque el sol incide sobre todo en los polos lunares, lo que nos ayudaría con la agricultura y la energía.

Tenemos previsto construir nuestra colonia a 20 metros por debajo de la superficie lunar y reforzarlo todo con acero simple y una capa extra de polietileno sobre la capa de acero. Para entrar en nuestra casa entraremos por un pasillo con dos puertas de metal y polietileno. La primera puerta se abre y al cerrarse el aire llena el compartimento. Tras pasar la segunda puerta nos quitamos el traje y entramos en el ascensor que nos lleva a los dormitorios.

El meteorito cae, se rompe en pedazos y deja agua. Tendríamos un radar que detecta meteoritos para que la sonda vaya al lugar donde cayó, recoja el agua y la lleve de vuelta al campamento. En el campamento, se filtra para ser consumida o utilizada para otras funciones vitales. Además, reciclaremos la orina y el sudor para convertirlos en agua potable, como ha hecho la NASA, y llevaremos algo de agua de la Tierra.

La mayoría de los alimentos que consumirían los astronautas serían a base de verduras y frutas. En el habitáculo habría un invernadero y un acuario con peces de agua dulce.

La energía se obtendría de los rayos del sol. Los paneles solares estarían orientados hacia el sol, de modo que siempre que necesitáramos energía la tendríamos. Estarían a 10 metros de distancia, pero conectados a nuestro campamento.

Para obtener aire en la Luna necesitamos cultivar Liquidambar styraciflua. Cuando se cultiva Liquidambo styraciflua (árbol de crecimiento rápido), el árbol da frutos, y con los frutos se pueden plantar más árboles. Al plantar árboles retenemos más alimentos, lo cual es bueno. Y como el árbol se alimenta de CO2, libera O2, importante para nosotros. En una primera etapa, crearemos estos gases artificialmente hasta que los procesos naturales puedan sostenerse por sí mismos.

Construiremos un escudo solar de polietileno, capaz de detener balas y moldeable en cualquier forma. Un escudo muy largo de polietileno de 10 a 20 centímetros de grosor ofrece protección contra los meteoritos y la radiación. Para ayudar, las viviendas estarían a 20 metros por debajo del suelo lunar, porque el propio suelo ya es una protección contra los meteoritos.

Nada más despertarse, los astronautas se vistieron y recorrieron el pasillo hasta llegar a la casa central, donde comieron en el comedor. Después, algunos iban al invernadero, donde utilizaban las sobras para abonar la tierra y cosechar los alimentos, mientras que otros iban al acuario para alimentar a los peces. Después todos fueron a una sala de ejercicios donde pudieron mantener sus cuerpos en forma. Después de una mañana ajetreada, almorzaron, y por la tarde, algunos fueron a trabajar en el sistema de reciclaje de agua, mientras que otros revisaron la estación de energía solar. Después fueron a cenar. Si durante el día sonaba la alarma de meteoritos, todos iban a un refugio.