2.1 - ¿Dónde quieres construir tu Campamento Lunar? Explica tu elección.
Tras estudiar a fondo el entorno lunar, se ha determinado que el emplazamiento más prometedor es, con diferencia, el cráter Shackleton, situado en el Polo Sur. Para decidirnos, tuvimos que analizar un par de factores concluyentes, como los recursos, la cobertura de radiación, la seguridad y calidad de vida de los habitantes, y también la importancia científica. El cráter Shackleton ha superado con creces nuestras expectativas en cada una de las categorías enumeradas anteriormente, lo que nos deja entusiasmados por lo que el Proyecto Selene puede conseguir si se ubica aquí.
El borde del cráter recibe luz solar casi todo el año, lo que proporciona a nuestro Moon camp energía solar constante. Además, debido a la sombra del interior de Shackleton, se ha acumulado hielo en su suelo, lo que resulta crucial. Mediante electrólisis, una molécula de agua puede separarse en gases de oxígeno e hidrógeno. El hidrógeno obtenido puede utilizarse como combustible, mientras que el oxígeno es fundamental para los residentes. Además, las paredes ofrecen protección contra la radiación y el polvo lunar, ambos letales.
2.2 - ¿Cómo piensas construir tu campamento lunar? Piensa cómo puedes utilizar los recursos naturales de la Luna y qué materiales necesitarías traer de la Tierra. Describe las técnicas, los materiales y tus opciones de diseño.
La planificación y construcción del campamento lunar será la parte más costosa en tiempo y recursos de todo el proyecto Selene. Por ello, es de suma importancia que la infraestructura lunar permita la extracción local de materiales y una transición serena a la fabricación de cantidades básicas con una autonomía casi total respecto a la Tierra. Una de las partes más preocupantes de la construcción va a ser el mantenimiento de la hermeticidad dentro de los hábitats.
Sin embargo, se podría crear fácilmente una nueva forma de hormigón a partir del regolito rico en azufre, salvo por el agua obligatoria, que va a ser escasa. Se necesitará otro tipo de geotextil con textura espumosa para sellar las cámaras y crear un entorno hermético. Como complemento a estos materiales, se utilizará regolito fundido, un material muy similar al basalto fundido de la Tierra. Este material se obtiene fundiendo regolito en un molde que se enfría lentamente para permitir la formación de una estructura cristalina; un proceso que se ve muy favorecido por la baja gravedad de la Luna. Las ventajas de este material son sus propiedades de alta compresión y moderada resistencia a la tracción, lo que permite que las piezas de construcción tengan hasta diez veces más resistencia a la compresión y a la tracción que el hormigón terrestre.
Por ello, en las primeras fases de la construcción se aprovecharán principalmente los materiales terrestres, construyendo la infraestructura que permita la fundición de regolito, un material muy resistente a la erosión y un blindaje ideal contra los micrometeoritos y la radiación.
2.3 - ¿Cómo protege y da cobijo su campamento lunar a los astronautas frente al duro entorno de la Luna?
Nuestro campamento lunar tendrá que proteger a los astronautas contra las numerosas amenazas del duro entorno lunar: radiación, micrometeoritos, altas fluctuaciones de temperatura y polvo lunar.
Al construir nuestra base sobre el suelo, utilizaremos el regolito de hormigón como escudo natural contra los micrometeoritos. Incluso a poca profundidad, en torno a 1 m, el hormigón lunar puede absorber la mayor parte de los rayos cósmicos, así como las partículas solares de menor energía, lo que reducirá drásticamente la cantidad de materiales necesarios para la protección contra la radiación y, por tanto, el coste de nuestro asentamiento. No obstante, para garantizar la seguridad de los astronautas durante eventos de alta radiación, como las tormentas solares, una sala específica reforzada con paredes de aluminio más gruesas proporcionará un refugio más adecuado. Además, gracias a sus notables propiedades térmicas, el regolito fundido también proporcionará una primera capa de aislamiento que reducirá la energía necesaria para mantener temperaturas constantes dentro del hábitat a pesar de los cientos de grados de variación de temperatura en el exterior.
Por último, debido a su estructura, compuesta por partículas muy finas y afiladas, el regolito es nocivo tanto para los seres humanos como para los equipos, pero también notoriamente difícil de limpiar, como demostraron las primeras misiones Apolo. Para lograr una exposición mínima al polvo lunar, emplearemos una combinación de sistemas: En primer lugar, se utilizarán trajes espaciales especiales, que se conectarán directamente a las esclusas, minimizando así el contacto de los astronautas con las superficies contaminadas. Además, la limpieza de los residuos se realizará mediante succión de aire, mientras que las partículas suspendidas en el aire serán capturadas por el sistema de filtrado de aire. Un diferencial de presión positiva entre la atmósfera del asentamiento y las esclusas también garantizará que entre la menor cantidad posible de polvo en nuestra base lunar. En segundo lugar, todas las muestras de regolito recogidas se colocarán en compartimentos sellados y se analizarán utilizando cajas de guantes, por lo que nunca entrarán en contacto con el aire limpio del asentamiento.