Este campo se construyó en 6 etapas, teniendo en cuenta las 3 misiones que serán necesarias para construirlo. Así, cada una de las misiones de construcción e instalación de tecnología tendría que ser realizada por dos cohetes y dos módulos lunares. Uno de carga, que serviría para sustituir a las tripulaciones, y otro que sería el módulo base sobre el que se construirían los refugios.

Cerca de los polos lunares

Elegimos esta ubicación debido a la duración máxima de las horas de exposición al sol, es decir, de esta manera las misiones iniciales podrían durar más tiempo. Pero también por la existencia de agua en estado sólido.

Aterrizarán dos módulos. Desde uno de ellos se utilizarán hinchables para instalar espacios como: laboratorio, dormitorio, invernadero y aseo. Así, el campo cuenta con: baterías para almacenar energía, paneles solares y una antena de comunicaciones. Otro módulo servirá para cambiar a la tripulación y transportar material de apoyo: rovers, paneles solares y reactor nuclear/reactor de hidrógeno.

Los módulos llevan agua que permite su consumo en las primeras etapas de la misión. Después, mediante la perforación, el transporte y el almacenamiento, se utilizará el hielo lunar como fuente de agua. Por último, en una fase más avanzada del desarrollo del proyecto, los residuos de la base, los residuos humanos o la condensación resultante de los pequeños ecosistemas vegetales servirán para recoger agua.

En las primeras misiones llevaremos alimentos deshidratados y envasados al vacío. Luego, mediante la instalación de invernaderos, intentaremos crear alimentos y, además, crear pequeños ecosistemas sostenibles. Para plantar se puede utilizar una base de algas procesadas, que reducen el uso de agua y ya aportan nutrientes a las semillas. También se puede probar una mezcla de suelos terrestres, regolito y fertilizantes para acelerar el proceso de creación de ecosistemas sostenibles.

En una primera fase, utilizaremos la energía solar para permitir la instalación y ampliación del campo lunar. Después, tras encontrar un espacio para el almacenamiento de mineral e hidrógeno, instalaremos un pequeño reactor nuclear. La producción de hidrógeno complementará así el suministro de energía, pero también permitirá producir combustible para cohetes y favorecerá la emancipación económica de la colonia.

El suministro de oxígeno será posible, en una primera etapa, mediante la sustitución de las tripulaciones. También sabemos que es posible extraer oxígeno del polvo lunar. El proceso químico de producción de hidrógeno también puede utilizarse para la extracción de oxígeno. Por último, la producción de alimentos mediante un sistema de invernadero permitirá crear un ecosistema sostenible, también a nivel de soporte vital básico.

En las misiones iniciales, dos ingenieros tendrán que coordinar las operaciones de recogida de regolito e impresión en 3D de la protección del refugio y montar las estructuras para instalar los paneles solares. Después de garantizar la protección del refugio y la independencia energética, habrá que identificar, señalar y empezar a explorar los depósitos de mineral y los lugares de recogida de hielo. Al mismo tiempo, dos biólogos comenzarán a instalar un invernadero e intentarán producir alimentos. Dos ingenieros de sistemas se asegurarán de que el máximo de estas tareas pueda ser operado por los ordenadores de a bordo.

Los equipos trabajarán en 3 turnos de 8 horas. Un turno estará formado por un ingeniero de minas, un ingeniero encargado de montar la infraestructura, un biólogo y uno de los ingenieros de sistemas. Otro turno tendrá la misma composición técnica pero con diferentes actores. El tercer turno será de descanso. De forma rotativa, uno de los miembros de la tripulación hará un doble turno para garantizar la vigilancia del soporte vital básico y del campo lunar.