Nuestro campamento lunar se llama Katherine Johnson, hemos elegido este nombre en honor a la mujer que ayudó en los cálculos del Apolo 11 y por la que podemos tener una misión exitosa. Con ello queremos reivindicar los derechos de las mujeres, y de las mujeres en la ciencia, además de los derechos de los negros.

Nuestra base está equipada con una cocina, dos baños, dos habitaciones para un total de 20 astronautas, una sala de reuniones (que también se utiliza como sala de estar), un invernadero, dos almacenes, una sala de control desde la que se controlará el campamento y un garaje en el que se ubicarán los dos vehículos con los que viajarán los astronautas cuando cumplan la misión para la que han sido enviados a la Luna, la recogida de rocas y elementos lunares para poder describir con mayor precisión su composición y la probabilidad de que haya sido o pueda ser habitable en caso de tener que abandonar la Tierra por exceso de contaminación. Además, nuestra nave cuenta con un sistema de gravedad y su forma semicircular nos proporcionará la protección necesaria contra los vientos.

Cráter Shackleton

Hemos elegido esta ubicación porque aquí la radiación es menor en comparación con otras zonas. Además, teniendo en cuenta que nuestra fuente de energía son los paneles fotovoltaicos, el ángulo con el que el sol se refleja en los paneles nos conviene. Al estar situado dentro de un cráter, tiene una mayor protección de las fluctuaciones de temperatura que junto con los aislantes situados en todas las paredes harán de nuestra base un lugar con temperaturas aceptables para el ser humano y está más cerca de la fuente de agua que utilizaremos.

Nuestro campamento lunar se construirá en la Tierra, se enviará en el cohete y se fijará en la Luna cuando lleguen los astronautas. Una de sus capas es de teflón, un material antiadherente, resbaladizo y resistente a las altas temperaturas gracias a la técnica de moldeado por inyección. También tendrá una capa de aluminio anodizado, muy resistente a la radiación. El sistema de tuberías se fabricará con cloruro de polivinilo, con el método de extrusión. Algunos de los elementos de base se fabricarán con plásticos termoestables de baquelita y melanina.

Obtendremos el agua a través de una máquina encargada de extraer bloques de hielo de un glaciar subterráneo de la Luna. Posteriormente, se filtrará por ósmosis, que, a diferencia de otros procesos químicos, atrapa las partículas haciéndolas pasar por una serie de mallas o membranas concéntricas de diferentes tamaños. El agua filtrada se distribuirá por todo el edificio mediante un sofisticado sistema de fontanería situado en las paredes de la base.

Los alimentos se obtendrán de la Tierra, desde donde se transportarán a la Luna en la misma nave que los astronautas. A pesar de tener comida suficiente hasta el final de la misión y contar con provisiones extra, entre los alimentos enlatados, hay semillas que se cultivarán en el invernadero que funcionará con luz solar, y el abono serán los residuos de los astronautas de la base. Estas plantas no sólo servirán para alimentarse, sino que también producirán una cantidad considerable de oxígeno.

Gran parte de nuestra energía será proporcionada por paneles fotovoltaicos, que además de tener un gran poder energético, harán que nuestra estancia en la Luna no sea contaminante. Como refuerzo de estos paneles solares, contaremos con uno de los gases más comunes en la Luna, que es el helio. Mediante un proceso de fusión nuclear al unirse a la molécula de H3, la molécula de hidrógeno pesado se descompone y obtenemos helio, por lo que este proceso emitiría una gran cantidad de energía y al mismo tiempo seguiría funcionando sin ser demasiado contaminante para la Luna.

Una parte del aire se obtendría de la fotosíntesis de las plantas de nuestro invernadero, entre las que contaremos con dos de las plantas que más oxígeno emiten: los crisantemos (de aspecto exclusivamente decorativo), y el bambú (utilizado en la cocina en algunos países). También incluiríamos filtros que utilizarían las bombonas de oxígeno traídas de la Tierra para oxigenar el aire previamente filtrado de la atmósfera lunar y humedecido.

Nuestro campamento seguirá un claro orden de rotación. A las 6:30 los astronautas se despertarán gracias a un sistema de alarma. Continuarán con un proceso de higiene para luego llegar al desayuno. A continuación, un grupo de 10 astronautas trabajará en el estudio de las muestras tomadas previamente de la superficie lunar en el taller, otros 5 astronautas saldrán con los rovers en busca de la recolección de elementos lunares. Entre ellos siempre habrá un médico en caso de que ocurra algo. Los 5 astronautas restantes se encargarán de las tareas del invernadero.

A mediodía, los 5 astronautas encargados del invernadero procederán a preparar la comida, ya que el almuerzo será a las 2 de la tarde. Después, los astronautas dispondrán de 1 hora para hacer deporte, ver la televisión o realizar la actividad que deseen. Tras este breve descanso, cambiarán las tareas asignadas a cada astronauta y continuarán con la jornada hasta las 6 de la tarde, cuando todos irán al gimnasio hasta las 7, cuando los que quieran podrán salir del gimnasio y tomar un descanso. La cena será a las 9 de la noche, y a las 10:30 todos los astronautas tendrán que irse a la cama.

El horario de cada astronauta variará según el día, pero los domingos siempre se dedicará exclusivamente a la limpieza de la base hasta el mediodía. Después de esta hora podrán realizar su actividad favorita.