En este proyecto creamos una base mensual compuesta por:

Espacios habitables, microinvernadero para el cultivo de plantas, laboratorio para experimentos, almacenes para la recogida de material, recogida de energía y un Rover Lunar para utilizar en misiones en la Luna y soportar terrenos accidentados.

Acabamos de alunizar y queremos buscar una zona lo más segura posible para construir una base en la que podamos vivir.

Hemos diseñado el Rover con batería solar y equipado con sensores para detectar metales radiactivos, agua congelada porque necesitaremos preparar nuestra comida pero también para otras necesidades.

Construiremos la base en el lugar donde haya sol durante varias horas al día para cargar las baterías solares del rover, pero también para recoger la energía obtenida del Sol en los almacenes construidos a tal efecto. El Rover también está equipado con un sistema que puede ser controlado a distancia por un dispositivo para ir de reconocimiento a otras zonas de la Luna e identificar posibles recursos necesarios para la supervivencia, y los controles del vehículo lunar se realizan mediante el uso de un joystick .

Cerca de los polos lunares

La Luna es un lugar muy diferente del planeta Tierra, y uno de los mejores lugares para construir la base lunar decidimos que fuera en el polo sur lunar, que tiene una enorme reserva de agua helada y una temperatura superficial relativamente estable en torno a los 32 grados Fahrenheit (0 Celsius).
Los rayos del sol pueden cargar el reactor de energía para asegurar y preparar nuestros alimentos.
La Luna tarda casi un mes en girar alrededor de la Tierra y por eso a veces sólo vemos una parte de la Luna.
Los polos de la Luna son entornos únicos en los que se almacena agua en grandes cantidades, pero en la superficie lunar pueden encontrarse sustancias volátiles. El eje de rotación de la Luna es casi perpendicular al plano en el que la Luna orbita alrededor del Sol, por lo que el Sol siempre puede aparecer exactamente en el horizonte, en los polos.

El agua es una nueva fuente indispensable para los exploradores y futuros "habitantes" que deben sobrevivir en la Luna y los recursos que podemos tomar del planeta Tierra para vivir en la Luna pueden agotarse y sin agua no podremos sobrevivir. Nosotros, como futuros "habitantes" de la Luna, pensamos en explorar los recursos existentes, como el agua de los hielos derretidos, que podríamos filtrar y utilizar para cubrir nuestras necesidades, pero también para regar ciertas plantas, sobre todo vegetales, que podemos llevar con nosotros para que sean la futura fuente de alimentos.
Enviaríamos al Rover a identificar las zonas donde hay hielo y para romper el hielo podríamos utilizar taladros, descongelaríamos el agua, luego la filtraríamos en el minilaboratorio hecho a tal efecto y podremos utilizarla para el consumo.
Los días en que hay luz en la luna cargaríamos las baterías solares para tener reservas y poder preparar la comida diaria.

Con el equipo traído de la Tierra podemos preparar alimentos congelados ricos en vitaminas y minerales porque son micronutrientes esenciales, necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente y pueden ser una barrera de defensa y aumentar la resistencia del cuerpo a las infecciones.
Pero los alimentos traídos de la Tierra pueden agotarse y pensamos que para sobrevivir podemos cultivar nuestras propias verduras y hortalizas en el microinvernadero que construiremos especialmente para asegurar nuestra alimentación futura.
  Elegiremos una dieta equilibrada compuesta por plantas y verduras que contengan vitaminas y minerales con todos los nutrientes que necesitamos para sobrevivir.
Plantaremos en varios niveles para ahorrar espacio y cultivar tantas verduras como sea posible, en el micro-invernadero construido. Las semillas que necesitaremos para plantar las cogeremos de la Tierra y nos aseguraremos de que sean plantas, verduras que crezcan relativamente rápido como ensaladas, espirulina para que siempre tengamos verduras para comer.

Como fuente de energía utilizaremos la energía solar, ya que por este motivo hemos elegido este lugar para construir nuestra base.
Los paneles solares que traemos de la Tierra y que no son muy caros son asequibles, fiables y fáciles de instalar. En la Luna hay Helio 3 que es un isótopo natural del helio, siendo transportado por los vientos solares, no es radiactivo y de una pequeña cantidad de isótopo podemos obtener suficiente energía, que podemos utilizar para iluminar nuestra base pero también para preparar nuestra comida. A partir del momento en que producimos electricidad podemos recogerla en células de almacenamiento de combustible para utilizarla durante los eclipses lunares, cuando la Luna entra en el cono de la sombra proyectada por la Tierra.

La Luna no tiene atmósfera, ni clima, ni océanos de agua. Su superficie está en un vacío perpetuo.
El aire que necesitaremos nos lo proporcionarán en la primera fase los tubos de oxígeno que tomaremos de la Tierra.
Según los últimos descubrimientos, algunos científicos han conseguido extraer oxígeno del suelo lunar.

En la Luna hay una gran cantidad de oxígeno que se encuentra en los restos lunares, es decir, en la capa superior de la tierra en la superficie de la Luna.
Según las investigaciones, se descubrió que entre el 40 y el 45 por ciento del peso de los escombros mensuales es oxígeno, el componente más abundante en peso. Podríamos extraer oxígeno de los escombros, al ser el recurso esencial para nuestra vida en el minilaboratorio que creamos, y el proceso de extracción no produce residuos, pero de las sustancias a las que se une el oxígeno se pueden obtener otras aleaciones metálicas, que serían útiles para otros fines de supervivencia.
Almacenaría el oxígeno obtenido en los tubos que traje de la Tierra.

Construiremos cúpulas donde dormiremos bajo tierra, para protegernos de las bajas temperaturas durante la noche y para ello utilizaremos dispositivos de excavación en el suelo. Las demás construcciones serán sobre tierra, la comunicación se hará desde el exterior y a través de túneles subterráneos.
Para la construcción de la base utilizaremos el suelo lunar para crear un muro protector y protegernos de la radiación solar, y como materiales utilizaremos estructuras hinchables, cubiertas con una coraza construida mediante tecnología de impresión 3d para el modelo de construcción, a partir de materiales existentes en la superficie de la Luna. Los paneles solares para la obtención de energía se montarán en el almacén de recogida de materiales.
La fuente de iluminación consistirá en el uso de lámparas de aceite de bajo consumo.
Las impresoras 3D pueden ser coordinadas por robots y por este motivo hemos elegido el polo sur de la Luna como ubicación.
El regolito resultante de las excavaciones será el material de impresión 3d, porque traer materiales de la Tierra en grandes cantidades sería caro, pero transportar estos materiales llevaría mucho tiempo.
Los materiales que necesitamos llevar para construir la base serían láminas de aluminio por ser un material ligero y duradero, teflón y titanio, para construir un escudo protector contra la radiación alrededor de la entrada a la base.

Por nuestra seguridad, pero también por la construcción sobre el terreno, hemos optado por que el módulo habitable sea subterráneo y tendrá forma de cúpula semiesférica con elementos rígidos en cuanto a estructura para soportar cargas muy pesadas e impactos. Las cúpulas de los módulos tendrán un grosor medio de un metro, para que no puedan pasar pequeños asteroides.
Los demás elementos exteriores construidos estarán protegidos por un muro construido con suelo lunar para una protección adicional contra las variaciones de temperatura y la radiación solar.
La comunicación entre la microsera y el laboratorio se realizará a través de canales subterráneos provistos de puertas protectoras para que no se derrumben ni se dañen. Los canales de conexión tendrán puertas en ambos extremos, de modo que si uno se daña, se reducirá la pérdida de oxígeno.
La superficie de las construcciones exteriores debe limpiarse del polvo mensual, ya que al menor movimiento el polvo puede ponerse en movimiento, lo que constituye un verdadero peligro, en caso de que los finos gránulos de polvo mensual se depositen sobre los paneles solares. Estos pueden reducir la capacidad de los paneles para recibir la luz solar o, lo que es peor, pueden penetrar en la base y provocar problemas respiratorios.

Vivir en el espacio parece emocionante, pero como astronauta puedo enfrentarme a una serie de factores estresantes (por ejemplo, el conflicto del aislamiento) que podrían repercutir en mi forma de pensar y de comportarme en el espacio. Un día como astronauta requiere mucho valor para afrontar las condiciones de la Luna, donde tengo que experimentar estudiando rocas, filtrando y tratando el agua para hacerla potable.
Actividades diarias hasta la construcción de la base, seguidas de experimentos con agua descongelada, para identificar sus propiedades y comprobar si es potable. Análisis del suelo recogido regularmente en diferentes zonas, para comprobar qué propiedades tiene, si es bueno para construcciones sólidas, para cultivos y otros cultivos para la alimentación de los astronautas.
En el minilaboratorio pueden hacer experimentos con escombros para extraer oxígeno, un elemento vital para la supervivencia en la Luna, de las rocas pueden hacer experimentos para identificar algunos metales que serán útiles en la construcción.
Después de construir la base, prestaré mucha atención al crecimiento y cultivo de las plantas , cómo pueden comportarse fuera de la base, cómo pueden crecer con luz artificial y alimentadas con nutrientes procedentes de residuos alimentarios y agua reciclada.
Para aprovechar mejor el tiempo, me gustaría investigar las variaciones del campo magnético para averiguar qué las provoca y cómo pueden reproducirse para garantizar una mejor protección contra los rayos solares.
Anotaré todas las observaciones y resultados obtenidos en un cuaderno de bitácora que enviaré a la base del planeta Tierra para que lo investiguen.
También analizaré cómo cambia el cuerpo humano a nivel fisiológico, biológico, molecular y cognitivo para adaptarse al entorno de la Luna y escribiré en el diario para profundizar en el estudio.