Decidimos construir nuestro Campamento Lunar en la superficie de los polos lunares, lo que permitirá un uso eficiente de la luz solar.

Nuestro campamento consta de dormitorios, una cafetería, un gimnasio, un vivero, un invernadero, una central telefónica, una zona de aterrizaje y un lugar para limpiar el agua llamado ETAS.

Nuestro campamento permite que vivan en él 25 personas, que deben tener trabajos que cubran las necesidades del campamento. Científicos, agricultores, ingenieros o médicos son prioritarios.

En cuanto a la temperatura, construiremos un sistema de tuberías que distribuya el calor del invernadero producido por toda la infraestructura del campamento. El invernadero también servirá como depurador de aire.

Una de las cosas que hay que explorar mientras se está allí es la atmósfera de la Luna.

Cerca de los polos lunares

Elegimos este lugar porque su temperatura es similar a la que experimentamos en la Tierra. Además, los polos lunares tienen 80% de luz durante el día, luz suficiente para que produzcamos energía, alimentando así nuestro campamento. Esta ubicación nos permitirá utilizar la luz solar de forma realmente eficiente, reduciendo los costes relacionados con la energía.

Una parte del agua vendrá de la Tierra y otra de la propia Luna. Investigamos un poco y descubrimos que la Luna tiene agua en estado sólido, aunque en cantidades bajas. Una posibilidad es extraerla. También construiremos una ETAS (Estação de Tratamento de Águas Sujas) donde se limpiará toda el agua extraída y utilizada en el campamento. El objetivo es reutilizarla.

Nuestro campamento tiene una cafetería donde la gente puede comer. Los habitantes de la Luna sólo podrán comer tres veces al día, cantidades específicas. Cada comida vendrá de la Tierra y será principalmente comida espacial. También construiremos un invernadero. En él planeamos cultivar algunos alimentos a largo plazo.

Nuestro campamento funcionará con energía solar, a través de paneles solares instalados en el exterior del edificio. Lamentablemente, no podremos almacenarla indefinidamente, por lo que desarrollaremos una batería capaz de almacenar la necesaria para cubrir las necesidades del campamento. Como la Luna no tiene atmósfera, no habrá nubes, y los días serán siempre soleados. Sólo necesitamos asegurarnos de tener energía para alimentar el campamento durante las horas más oscuras.

Traeremos aire comprimido embotellado de la Tierra para utilizarlo en nuestros campamentos. Además, el invernadero no sólo proporcionará alimentos, sino también oxígeno. Habrá un sistema de tuberías para distribuir el calor producido en él por toda la infraestructura del campamento. De este modo, podremos reciclar parte del aire respirado. A largo plazo, el objetivo es desarrollar una especie de atmósfera.

Utilizaremos principalmente materiales de construcción lunares, ya que nos resulta muy caro, y técnicamente difícil, traerlos de la Tierra. Además, el suelo lunar ya está adaptado a las características de la Luna. El invernadero se construirá con vidrio con una capa protectora endurecida contra los meteoritos. Este material se proyectará en la Tierra y se enviará posteriormente a la Luna.

Para proteger nuestro campamento de radiaciones peligrosas y meteoritos y controlar la temperatura, desarrollaremos una atmósfera artificial similar a la de la Tierra. Además, la entrada del campamento constará de un túnel transparente con dos puertas automatizadas que se abrirán y cerrarán para garantizar que el aire no salga del campamento mientras los habitantes entran y salen de la estructura.

Esta mañana, nos despertamos a las 6 y tomamos el desayuno en la cafetería que provenía de nuestro invernadero. De vuelta a los dormitorios, nos bañamos e hicimos la cama. Después de llamar a nuestros padres, fuimos al laboratorio a investigar. Comunicamos nuestros hallazgos a los compañeros que trabajan en la Tierra. Durante el almuerzo, en la cafetería, comimos comida espacial. Después, fuimos de nuevo al laboratorio. Al final del día, fuimos al gimnasio donde hicimos algunos ejercicios específicos. Hicimos una revisión en la guardería y nos echamos una siesta justo antes de cenar. En la cena, comimos un filete con patatas cocidas y una sopa. Al terminar la cena, hicimos una lluvia de ideas donde discutimos qué hacer al día siguiente. A las 10 de la noche nos fuimos a la cama.