La base "Space Life Research" podrá acoger a astronautas e investigadores: además de ser una base, será un centro de investigación y un laboratorio. En efecto, nos especializaremos en la búsqueda de agua en la Luna y en el descubrimiento de este territorio que aún nos es desconocido. Además, queremos descubrir el origen de los rastros de agua en la Luna. Por ejemplo, si procede de meteoritos o de sus orígenes terrestres... Además, las investigaciones científicas se harán todas cerca de un cráter. De hecho, nuestra base lunar se construirá directamente sobre el cráter B3-A-21, lo que permitirá a los científicos tener contacto directo con las zonas que contienen hielo. Nuestra casa se alimentará de paneles solares instalados en la superficie para suministrar energía a nuestras diversas instalaciones. Debido a la fuerte radiación del sol en el Polo Norte, tendremos una gran reserva de energía almacenada en baterías. Además, para nuestra protección y para facilitar nuestro modo de vida, algunas partes de la base estarán bajo la superficie de la Luna. Así, todos los departamentos y otras partes de nuestra base lunar se construirán al abrigo de los diferentes peligros que reservan la superficie de la Luna y el resto del espacio. Con el tiempo, los investigadores y los astronautas tendrán acceso a la asistencia robótica e informática. En efecto, un robot podrá realizar el trabajo físico en lugar del personal y los distintos softwares y programas les ayudarán en sus análisis.

Cerca de los polos lunares

Queremos construir nuestro campamento lunar en el polo norte de la Luna porque queremos hacer nuestras investigaciones cerca de un cráter de agua congelada. De hecho, al situarnos junto a él, necesitaremos menos energía y ahorraremos tiempo. Por ejemplo, la tripulación no tendrá que recorrer grandes distancias para comenzar su jornada de trabajo porque estará al alcance del cráter. Aunque construyamos la base y el centro de investigación allí, instalaremos los paneles solares donde haya más radiación solar (por tanto, también en el polo norte). Esto se debe a que el sol brilla todo el tiempo en esta ubicación precisa, por lo que probablemente utilizaremos menos energía para iluminar el suelo lunar. Esto nos permitirá tener aún más reservas de energía. Además, aunque las temperaturas son bajas en el polo norte de la Luna, no es el más frío y será un buen lugar para conocer el agua que hay allí. Finalmente, parte de nuestra base lunar será subterránea para que la tripulación esté protegida de los diversos peligros que rodean la Luna.

La mayor parte del campamento lunar ya estará construida cuando llegue la tripulación para que pueda instalarse más rápidamente y comenzar sus investigaciones. Para protegerse de los rayos UV y del impacto de los residuos espaciales, los elementos del campamento lunar que estarán en la superficie de la Luna se construirán con polietileno de 20 centímetros de espesor. Todas las puertas y paredes serán herméticas y sólidas. Todos los materiales habrán sido sometidos a pruebas de impacto de meteoritos. Si la base resulta dañada, los astronautas podrán repararla con los materiales de construcción sobrantes, pero la base se construirá en su mayor parte por debajo de la superficie lunar para protegerla mejor. De hecho, los materiales provienen de la Tierra, por lo que será necesario construir el campamento durante otros viajes. Algunos objetos se construirán con una impresora 3D y otros serán hinchables para ahorrar espacio.

Para la supervivencia de todos los seres vivos, el agua es un recurso esencial y vital. Por este motivo, nuestra base estará equipada con un sistema de filtración y purificación para reciclar la orina y el agua sucia utilizada por la tripulación (vajilla, retretes, lavado, etc.). De este modo, no habrá residuos y podremos reutilizar el agua. Otra forma de acceder al agua será a través de la investigación que vamos a realizar en el cráter de agua congelada. Si encontramos agua potable, podremos procesarla y utilizarla en las actividades cotidianas de la base. Además, se les enviará agua en misiones de reabastecimiento para que sus vidas no corran peligro.

El suministro de alimentos se hará de diferentes maneras. En primer lugar, habrá una cierta cantidad de comida liofilizada que se enviará a la base antes de que los astronautas partan. La tripulación sólo tendrá que añadir una pequeña cantidad de agua para comerla. Será una reserva de alimentos a la espera de los resultados de la cosecha. De hecho, la base estará equipada con invernaderos para proporcionar alimentos más diversificados a largo plazo. Por otro lado, se necesitará cierto tiempo para poder consumir los alimentos que crezcan en los invernaderos. Éstos estarán equipados con un sistema que ocultará el sol para reproducir las fases nocturnas y garantizar el mejor entorno posible para la supervivencia de las plantas. Los astronautas no van a depender de los invernaderos, ya que se les enviará comida liofilizada en las misiones de reabastecimiento para no agotar la tierra.

Gran parte del suministro de electricidad procederá de la energía solar. Se almacenará en baterías para tener siempre acceso a la electricidad. Los paneles solares que se presenten en la superficie de la Luna se construirán con materiales resistentes para que los impactos de meteoritos no afecten a su eficacia. La energía ahora transformada y almacenada en los depósitos podrá utilizarse para alimentar la base y ayudar a la investigación. Además, una cierta cantidad de energía se enviará a la luna en baterías en caso de emergencia. Asimismo, nuestros robots y vehículos también estarán equipados con paneles solares para proporcionarles energía y almacenarla.

Los astronautas necesitarán aire para poder vivir en la Luna. Además del aire de sus trajes espaciales, necesitarán oxígeno cuando estén dentro de la base. Para mantener la cantidad de aire necesaria para su supervivencia en la base, utilizaremos materiales eficaces que no dejen pasar el aire. La base se diseñará para que sea segura para los astronautas y se asegurará de que el campamento sea impermeable. Además, nuestra base estará equipada con un sistema de reciclaje de aire. La agencia espacial europea ha desarrollado recientemente un sistema, denominado ACLS, para reciclar el CO2 en O2. Implementado de forma experimental en la estación, este sistema concentra el dióxido de carbono y lo transforma en agua (H2O) y metano (CH4) gracias a la adición de dihidrógeno (H2). Este último se libera en el espacio, pero el agua se transforma en oxígeno (O2) y en dihidrógeno reutilizado para la transformación del CO2 en agua. También tendrán acceso a entregas de tanques de oxígeno. En resumen, utilizaremos diferentes medios para no desperdiciar el aire.

Queremos proporcionar la mejor calidad de vida posible a los astronautas, así como al resto de la tripulación que vivirá en nuestra base lunar. Así, para un buen funcionamiento, proporcionaremos el mejor confort posible para dormir instalando colchones hechos de plástico reciclado. Además, para que la tripulación se mantenga en forma, construiremos una zona deportiva dedicada con el equipamiento previsto. Así, después de una buena noche de sueño, los astronautas almorzarán y podrán hacer deporte. Después, realizarán sus tareas diarias, como la limpieza y el mantenimiento de la base. A continuación, algunos de los tripulantes podrán comprobar el estado de la base. Después de la cena, podrán seguir investigando el cráter de agua helada. Al final del día, deberán informar al equipo que permaneció en la Tierra para discutir el progreso de la investigación y algunos posibles problemas. Por la noche, pueden programar los robots y los ordenadores para la noche y el día siguiente, para que finalmente puedan relajarse un poco.