Nuestro campamento lunar estará situado en el polo sur debido a las temperaturas y al hielo. En la superficie tendremos un invernadero, un telescopio, paneles solares, antenas para comunicarnos con la Tierra y en el subsuelo tendrá un dormitorio con tres camas, una cocina, baño (pequeño porque los astronautas se duchan con toallitas y champú en seco), una sala de estar, un gimnasio con piscina y una biblioteca.

Cerca de los polos lunares

Construiremos nuestra base lunar en el polo sur porque tiene más agua y porque las temperaturas son más agradables (entre -50^oC y 0^oC). También hemos elegido el polo sur porque tenemos más luz solar. Se va a construir dentro de un tubo de lava para protegernos de los meteoritos. La mayor parte de la casa será subterránea. La parte subterránea tendrá dormitorios, un gimnasio, una sala de estar, un laboratorio, una biblioteca, un baño, una cocina y una sala de comunicaciones. La parte no subterránea tendrá paneles solares, un escudo transparente, una antena, un telescopio y un lugar para que aterricen los cohetes.

Podemos producir agua extrayendo hielo de los polos que luego tenemos que filtrar. Para producir suficiente agua para usarla, tendríamos que sacar demasiado hielo. Por lo tanto, ¡el hielo de la luna no es suficiente! Esto significa que también tenemos que filtrar la orina con una filtración/reciclaje de agua que también puede filtrar el agua del jardín y reciclar el agua de la respiración.

Llevaría verduras, frutas y semillas al campamento lunar porque son alimentos que podemos plantar. No podríamos llevar todo tipo de fruta, ya que los árboles no pueden crecer en nuestro refugio. Preferimos llevar remolacha, col, trigo y arroz porque esto, aunque necesite mucha agua, es nutritivo, fácil de almacenar y podemos utilizarlo de varias maneras. También tenemos zanahorias y tomates, porque son alimentos saludables y ayudan a los astronautas a obtener los nutrientes que necesitan.

En la Luna recurriremos a la energía solar. Para ello utilizaremos paneles solares y los colocaremos en los polos de la Luna, ya que en esta zona hay una mayor incidencia de la luz solar. Estos paneles se colocarían en forma de cubo/tortuga para estar expuestos al sol aunque la Luna se mueva con respecto al sol.
En caso de que haya un eclipse, necesitamos baterías de alta potencia que se carguen con energía solar y nos ayuden a mantener el campamento en funcionamiento mientras no haya luz solar.

Produciremos oxígeno a través de plantas o de una cianobacteria.
La mejor forma de producir oxígeno es recurrir a la espirulina. Sin embargo, a pesar de servir como alimento, no tiene un gran valor nutricional, por lo que es necesario contar con otras formas de alimentación.
Por lo tanto, debemos ser conscientes de que para que una persona tenga suficiente oxígeno necesita 8m2 de espirulina o 13m2 de otras plantas.

Para la parte que está por encima del suelo usaremos materiales inflados y para la parte subterránea podemos usar polvo lunar compactado para construir paredes. Debemos tener una zona de descanso y una zona de trabajo. También tiene que tener un invernadero, un gimnasio, una cantina, un garaje, un pequeño aseo (porque no se bañan, se limpian con toallitas y champú seco) y una sala de estar.

En la Luna podemos enfrentarnos a diferentes riesgos. Para sobrevivir, tenemos que saber cómo podemos protegernos. Para ello, contra los meteoritos y la radiación, podemos construir un escudo de polietileno. Construir puertas dobles protegerá nuestro refugio de los peligros del vacío y si construimos una sala de comunicaciones, nuestros astronautas podrán comunicarse con sus amigos y familiares, reduciendo así la nostalgia.

Para que se sientan más a gusto y no les falte color, los astronautas pueden elegir el color de una pared del refugio donde van a vivir.

Las actividades de un día en la Luna son el almacenamiento, el tiempo de trabajo, la cocina, la recogida de hielo, el trabajo de investigación, el tiempo de ocio, el tiempo de privacidad, la recogida de los materiales lunares, la comunicación con la Tierra, la verificación de los paneles solares, la comunicación con la familia, la verificación de los rovers, la verificación de los sensores, la revisión del huerto, el mantenimiento del refugio y de algunos materiales y la verificación de los sistemas de filtrado.

Cada astronauta descansa entre seis y siete horas y nunca hay dos astronautas descansando al mismo tiempo porque siempre hay alguien trabajando.