Vamos a construir nuestro campamento lunar dentro de un tubo de lava. El acceso se hará a través de un ascensor. El dormitorio, la guardería, la cafetería, el gimnasio y los laboratorios se situarán bajo tierra, mientras que los paneles solares como las baterías se situarán en la superficie. Los paneles solares se situarán en varios puntos diferentes de toda la superficie de la Luna, lo que permitirá a los habitantes el uso de la electricidad tanto de día como de noche. El campamento ha sido diseñado para que vivan entre quince y veinte personas. Con la estructura construida dentro de los tubos de lava, surgen dos problemas: la falta de luz y las bajas temperaturas. Por esa misma razón, diseñamos los laboratorios fuera de los tubos de lava, donde los astronautas pueden acceder fácilmente a la superficie de la Luna. El problema de la temperatura se resuelve con una calefacción cuya principal fuente de energía será el sol.

Tubos de lava lunares

Elegimos construir nuestro campamento lunar en el interior de los tubos de lava, ya que proporcionan una buena estructura para las casas subterráneas, ofreciendo una protección natural contra los peligros espaciales como las altas temperaturas y la radiación. Aunque los tubos de lava son lugares realmente oscuros, sus temperaturas principales son adecuadas para la vida humana siendo otro aspecto positivo de acampar dentro de ellos.

Vamos a extraer agua helada de la Luna y fundirla después en el campamento. Antes de utilizarla, la limpiaremos y filtraremos. Todo esto se hará en el laboratorio.

Vamos a producir en nuestro invernadero alimentos modificados genéticamente que tendrán nutrientes adicionales. Además, tendremos algunos alimentos espaciales almacenados en caso de emergencia.

La energía que vamos a utilizar para abastecer el campamento es la solar. Habrá paneles solares en un lado de la Luna y otros paneles en el otro lado, para que el lado con luz solar pueda alimentar al lado que no la tiene.

Primero, produciremos artificialmente aire en nuestras instalaciones. A continuación, plantaremos árboles de crecimiento rápido para inducir la producción de oxígeno y una atmósfera similar a la del Campamento Lunar de la Tierra.

Para construir el campo, utilizaremos materiales como el suelo lunar (piedras apiladas). La entrada a nuestro campo lunar tiene una cúpula para proteger la parte del campo que estará por encima del suelo. Por ello, la cúpula tendrá puertas que se abrirán automáticamente cuando el cohete esté a punto de aterrizar. La zona de aterrizaje del cohete está situada debajo de las puertas.

Los principales peligros de vivir en la Luna son la constante caída de meteoritos y la radiación no filtrada que incide en su superficie. En lugar de idear un material resistente, pensamos en aprovechar las paredes de las cavernas construidas por el flujo de lava en el pasado. Como los laboratorios y los paneles solares se colocarán en la superficie, diseñamos una cúpula para protegerlos como para proteger la zona de aterrizaje. La cúpula se abrirá para que los cohetes aterricen o salgan, y se cerrará cuando el proceso haya terminado.

Los habitantes del campamento se levantan a las 7.30 horas. Empiezan el día a las 8 de la mañana haciendo ejercicio. Después, se lavan con toallas húmedas y, a las 9.30 horas, desayunan. Cada semana, la dieta es elegida por nutricionistas. A las 10 de la mañana, cada habitante se pone a trabajar: algunos investigan, otros limpian, otros cultivan, otros cocinan y otros reparan máquinas. El almuerzo se sirve a la 1 de la tarde. Después, vuelven a trabajar. A las 18.00 horas, los habitantes de la luna vuelven a comer un tentempié y vuelven a hacer ejercicio durante una hora más. A las 19.30 horas cenan. Poco después, harán el mantenimiento del campamento. A las 21 horas se van a la cama.