Nuestra casa lunar es una casa con una cubierta exterior en forma de cilindro para protegernos de los rayos nocivos del sol y de las ondas de iones. La Luna no tiene una atmósfera como la Tierra para protegernos de los rayos del sol y en la Luna las ondas de iones son mucho más fuertes, por lo que te desintegrarías en pocas horas. Por eso nuestra casa lunar tiene que ser segura. En el interior hay una sala de estar y 2 dormitorios que contienen una litera con 3 camas cada uno. También encontrarás una gran televisión y una mesa de comedor. Tenemos un Arcade donde hay videojuegos que ni te imaginas por si nos aburrimos mucho. Para hacer ejercicio salimos fuera a correr un rato unas 6 horas y volvemos a nuestro campamento para investigar y otras cosas. Tenemos tres paneles solares que nos dan energía. Tenemos agua del hielo que hay bajo el suelo o de la corteza lunar. Obtenemos nuestra comida y oxígeno de un invernadero y unas cuantas plantas de interior. Bastante bien, ¿verdad? Para ser una casa lunar.

Cerca de los polos lunares

Elegimos este lugar porque no hace ni mucho frío ni mucho calor. Recibe el 89% de la luz solar y hay más posibilidades de que haya agua, lo que hará que crezcan las plantas y los cultivos. Podemos utilizar paneles solares para captar energía de la radiación solar para nuestros astronautas.

Vamos a marcar cualquier fuente de agua de la que podamos beber. También extraeremos hielo que a veces está bajo la superficie. Pondremos una tubería encima y enlazaremos la tubería con nuestro campamento base y luego pondremos calentadores de agua solares y calentadores de sistemas de calefacción domésticos al final de la tubería. Al mismo tiempo, tenemos que construir un sistema de reciclaje de agua alimentado por energía solar que pueda separar el oxígeno y el hidrógeno del suelo para hacer agua. Calentaremos y filtraremos el hielo para hacer agua potable y de riego para las plantas. Haremos una protección extra con el suelo lunar porque podríamos desintegrarnos.

Primero traemos algunas semillas de la Tierra y luego hacemos un invernadero y un corral para las gallinas. También traemos algunas plantas porque las plantas necesitan tiempo para crecer. Las mejores plantas son las patatas, las judías y los tomates, que son fáciles de reciclar y procesar. Traemos gallinas porque son nuestra fuente de carne. Las gallinas pondrán huevos. Los huevos eclosionan y tenemos más pollos para comer. Luego se reproducen, así que probablemente nunca nos quedaremos sin pollos.

Utilizamos energía solar. Obtenemos la energía solar de los rayos nocivos que emite el sol. Nuestros paneles solares contienen los rayos nocivos y los convierten en energía. Los residuos y excrementos producidos por las plantas, los humanos y los pollos también pueden descomponerse en fuentes útiles de energía.

Obtendremos aire del invernadero y de las plantas de interior que hemos traído de la Tierra. Las plantas absorberán el dióxido de carbono y lo convertirán en oxígeno. El oxígeno de la tierra también puede pasar por máquinas separadas para el suministro de oxígeno.

Utilizaremos suelo lunar, superpegamento, ladrillos, plástico y, por último, vidrio para la cubierta exterior. El suelo lunar también podría utilizarse para extraer productos químicos útiles para producir algo fuerte como el hierro para la construcción de casas. Por supuesto, también necesitaremos paneles solares para el tejado, que pueden almacenar electricidad y energía. También necesitaremos metal y rocas porque no dejan entrar dióxido de carbono y otros gases venenosos. Son bastante difíciles de romper y muy difíciles de fundir.

Utilizamos roca y metal para construir nuestro campamento lunar. Estos materiales no dejarán entrar el dióxido de carbono y protegerán a los astronautas de las tormentas y otras inclemencias meteorológicas. Empezaremos poniendo una capa de cemento sobre madera y luego salpicaremos arena lunar para que nos proteja y empezaremos una capa de metal y usaremos algunas rocas para hacer la última capa en el exterior y añadiremos un anillo de plástico transparente alrededor de nuestra casa por si acaso. Además, nuestra casa lunar puede reflejar los rayos nocivos y el armazón no se romperá a menos que otro planeta se estrelle contra ella.

Un día en la Luna estaría lleno de aventuras interesantes. Por eso. Me despierto por la mañana y miro por la ventana. Está todo negro y me pregunto por qué. Entonces recuerdo que estoy en una importante misión en la Luna. Salgo de la cama y doy un salto de 9 metros hasta el cuarto de baño y encuentro mi cepillo de dientes pegado al techo. Lo arranco y me lavo los dientes. Me doy cuenta de que va a estar oscuro durante un buen rato. Me pregunto cómo consigue la luna la luz. Es entonces cuando descubro que la superficie de la luna refleja la luz del sol. Desayuno y luego salgo a hacer ejercicio y a explorar. Decido correr para hacer ejercicio. Como la gravedad en la luna es ⅙ en la Tierra voy a tener que correr durante 6 horas. Cuando termine de hacer ejercicio, será la hora de comer. Vuelvo de un salto a mi laboratorio de ciencias y saco una olla de mi almacén y empiezo a cocinar. Después de comer hago múltiples experimentos científicos en mi laboratorio de ciencias. Cuando pasan 4 horas, miro mi reloj, ¡ya eran las 6:30! Una vez más, me pongo a cocinar y me tomo una maravillosa cena con mis otros amigos astronautas o, probablemente, paso un rato en el increíble salón recreativo que tenemos. Por último, construyo algunos puntos de control y me voy a dormir. Mientras cierro los ojos, murmuro: "¡Qué día tan maravilloso!".