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Nuestro proyecto pretende proporcionar una base lunar adecuada para que un grupo de 3-4 astronautas pueda vivir durante un tiempo. Esto se consigue mediante la prospección del suelo lunar y el aprovechamiento de los recursos existentes. Esto permite la construcción de la base y proporciona una forma de obtener recursos esenciales como agua, aire y energía. En una etapa posterior, el campamento debería ser capaz de desarrollar la investigación científica y producir alimentos, ya sean vegetales y hierbas, o reunirse a partir de animales de pequeño tamaño.

El campamento lunar debería construirse unos kilómetros más abajo del polo para que los astronautas puedan tener acceso a agua sólida, más abundante cuanto más cerca del polo. Además, en los polos hay agujeros provocados por cráteres de impacto, muy útiles para construir el campamento. Otro punto que ayuda a elegir este lugar es la temperatura, ya que significa que hay temperaturas más suaves junto con la existencia de agua, en contraste con los polos donde las temperaturas pueden oscilar entre -50ºC y 0ºC, lo que podría suponer desventajas para la vida como un mayor consumo de energía. Además, las regiones cercanas a los polos ofrecen mayores tiempos de exposición solar, lo que supone una importante fuente de energía.

Planeamos construir nuestro campamento lunar en el suelo y bajo tierra. Utilizando un taladro, podemos penetrar en el subsuelo y construir allí una parte de la base, después de perforar el suelo. Además, utilizando el regolito lunar, planeamos fabricar vidrio para las ventanas y cerámica para la parte superior de la base. De hecho, la cerámica es uno de los mejores materiales para construir infraestructuras fuera de la Tierra, dada su capacidad para soportar diferentes rangos de temperaturas.

Al principio, el suministro de agua procede de la Tierra en la nave espacial. En una fase posterior, el agua se extraerá del hielo lunar mediante su fusión, seguida de procesos de purificación.

Los primeros suministros de alimentos se llevan en la nave espacial. Tras la construcción de las bases lunares, se prevé cultivar plantas en régimen hidropónico. Se espera que este proceso proporcione una sobreproducción de verduras y hierbas. Así, en una etapa posterior, cultivaremos embriones de animales de pequeño tamaño, in vitro, como conejos. Estos serán alimentados por la sobreproducción de plantas y servirán como comida para la tripulación.

Planeamos recoger la energía de los paneles fotovoltaicos de la superficie lunar como fuente primaria, Además, desarrollaremos un proceso óptimo de reutilización de la energía, en particular los suelos de la parte subterránea de las bases lunares están formados por materiales piezoeléctricos, como cristales de cuarzo, óxido de zinc o titanato de circonato de plomo. Además, nuestro gimnasio contará con bicicletas aeróbicas conectadas a un mecanismo de dinamo y cintas de correr con materiales piezoeléctricos. Todos estos mecanismos están conectados a una batería de almacenamiento de energía.

El oxígeno se obtendrá a partir de la electrólisis aplicada al agua extraída. Otros elementos, como el nitrógeno, el dióxido de carbono u otros gases, pueden extraerse del regolito lunar en el laboratorio.

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Nuestra base lunar se construirá en el suelo y bajo tierra. Para proteger a los astronautas de la radiación, construiremos una base con el regolito lunar. Debido a la diferencia de temperaturas en la Luna, el uso de cerámica desempeñará un papel crucial para la construcción de la base lunar. Además, el uso de aluminio y titanio para construir la base resolverá el problema de la radiación. Estos materiales tienen que venir de la Tierra en algunas naves espaciales de carga. Además, en una fase más avanzada, para proteger a los astronautas del impacto de los meteoritos, se construirá una salida de emergencia subterránea desde los túneles del subsuelo. Para permitir las salidas a la superficie lunar, dos de las cúpulas contarán con un sistema de dos puertas antiexplosivas que impiden el escape de la atmósfera interior.

Nos levantamos a las ocho y media de la mañana, fuimos a desayunar y luego a vestirnos y lavarnos los dientes.

A las nueve fuimos a la sala de control de la base lunar para confirmar que todo funcionaba y que había habido un problema. Todo estaba normal y tranquilo, así que decidimos ir a ver a nuestros animales. Tardamos unos treinta minutos en alimentar y cuidar a cada uno de ellos. Al llegar de nuevo a la sala de paneles nos dimos cuenta de que había un error en el sistema. Intentamos solucionarlo. Sin embargo, dado que se desconocía el problema, nos pusimos en contacto con la Tierra y procedimos de acuerdo con las instrucciones. Al cabo de una hora y media, el problema quedó finalmente superado: se trataba de una avería en los cables. A mediodía almorzamos: conejo frito. Estuvimos todos juntos en la mesa, nos reímos y nos relajamos un poco, ya que teníamos mucho trabajo que hacer durante la tarde. A la una y media nos fuimos directamente al laboratorio, cada uno a la zona respectiva para trabajar en el proyecto que teníamos entre manos. Tras una pausa para el café a las 15:00 horas, pasamos unas horas más en las instalaciones de investigación, hasta las 17:30 horas aproximadamente. Entonces, salimos del laboratorio, nos cambiamos de ropa y decidimos ir al gimnasio para relajarnos un poco y seguir con los ejercicios musculares. Hicimos ejercicio durante una hora y luego nos fuimos todos a la ducha. Mientras uno de nosotros preparaba la cena, el resto puso la mesa. Comimos a las 8 de la tarde. Después, lavamos los platos e hicimos un poco de orden en la cocina, donde hablamos y jugamos, hasta cerca de las nueve y media de la noche. Entonces nos dimos cuenta de que era hora de ir a la cama, ya que al día siguiente tendríamos que madrugar porque nuestra investigación está lejos de haber terminado. Mañana será un nuevo día maravilloso.