¡Bienvenido a nuestro campamento lunar! Es apto para seis astronautas: un mecánico, dos biólogos, un arquitecto y dos científicos. Cada tres meses llegarán nuevos astronautas a la base utilizando el módulo de alunizaje y los anteriores regresarán a la Tierra. La base incluye todo lo necesario para ellos. Por ejemplo, ofrece suministro de agua, alimentos, electricidad, un sistema de comunicaciones y un sistema de control de la temperatura. Además, dispone de todas las habitaciones esenciales: un laboratorio para hacer experimentos, un dormitorio para dormir, una cocina para cocinar y comer, un salón para relajarse, una sala de comunicaciones para comunicarse con la Tierra, un gimnasio para mantenerse en forma, un invernadero para cultivar alimentos y un cuarto de baño. Para llegar a las habitaciones subterráneas, los astronautas utilizarán el ascensor situado junto a la sala de comunicaciones. Todas las habitaciones están conectadas con tanques de oxígeno y disponen de pequeños depósitos de agua y oxígeno, por si ocurre algo.

Cerca de los polos lunares

Decidimos construir nuestro campamento lunar cerca del polo sur lunar, porque es la región más investigada de la Luna. Para empezar, nos da acceso a cráteres sombreados, llenos de agua, que es la razón principal por la que elegimos este lugar concreto. Además, las temperaturas en los polos no son tan extremas como en otras regiones de la Luna. Por último, pero no por ello menos importante, tenemos un suministro constante de luz solar en el polo sur, que es la mejor fuente de electricidad para nuestro campamento lunar. 

Utilizaríamos módulos hinchables para la base en la superficie de la Luna y la base en la superficie. Ambos estarían cubiertos con paredes impresas en 3D y capas del suelo lunar. Además, las habitaciones estarían conectadas con esclusas de aire. La razón por la que elegimos estos materiales en concreto fue garantizar la seguridad de los habitantes de la Luna, ya que hay muchos peligros que pueden causar graves daños tanto a la base como a los astronautas.  

Podríamos obtener agua de los depósitos de hielo de los cráteres. Utilizaríamos dos rovers mineros para excavar los cráteres, luego calentaríamos el agua utilizando el sistema del rover minero y dos espejos que reflejan la luz solar en el cráter. Después se recogerá el agua con el proceso de entubado que lleva al purificador de agua, para deshacerse de las sustancias venenosas que pueda contener. Así, los astronautas dispondrán de agua en abundancia para beber y utilizar en experimentos. Además, reutilizaríamos el agua después de filtrarla. Nuestro plan B es traer litros de agua de la Tierra.

Tenemos previsto cultivar nuestros propios alimentos en el invernadero. Por ejemplo, plantaremos espinacas, lechugas, rábanos, cebollas, patatas, tomates y otras verduras que crecen rápidamente con tierra traída de la Tierra. Al mismo tiempo, intentaremos cultivar alimentos con el suelo lunar en el segundo invernadero. Para disponer de alimentos variados, traeremos de la Tierra carne y otros alimentos liofilizados mediante cámaras de vacío.

Como hemos elegido construir nuestra base en el polo sur lunar, tenemos el lujo de que el sol brille de lado sobre nuestros paneles solares. Por lo tanto, dispondremos de una enorme cantidad de energía solar, convertida en electricidad. Todos los paneles solares estarán conectados a un acumulador de energía, que suministrará lámparas, enchufes, ordenadores o cualquier otro dispositivo eléctrico necesario en la Luna, incluida una fuente de energía para los vehículos mineros y el sistema de comunicaciones. Además, se utilizará hidrógeno como combustible para la nave espacial.

El oxígeno es necesario tanto para los astronautas como para las plantas. Nuestra principal fuente de oxígeno es el hielo de agua de los cráteres. Concretamente, separaríamos el agua en oxígeno e hidrógeno con el método de electrólisis. Nuestra segunda fuente de oxígeno es el suelo lunar, que contiene aproximadamente 45% de oxígeno. Para reducir la densidad del oxígeno, lo mezclaremos con nitrógeno y vapor de agua. Así, será más fácil de respirar para los astronautas y las plantas. Después, el oxígeno se almacenará en tanques conectados con cada habitación.

La astronauta Jessica es una científica que vive en la base lunar. En primer lugar, se levanta a las 7 y se dirige al gimnasio para hacer ejercicio. En segundo lugar, va a la cocina y desayuna dos huevos fritos con zumo de tomate. A continuación, sale de la parte subterránea de la base utilizando el ascensor y comprueba si todos los sistemas funcionan correctamente. A continuación, recoge los cultivos del invernadero y los coloca en la cocina. Después, explora la superficie de la Luna junto con su colega utilizando el vehículo de exploración. Tras recoger piedras y otros materiales de la superficie lunar, van al laboratorio y hacen experimentos. A mediodía, almuerza un filete con puré de patatas. Por la tarde, va a la sala de comunicaciones y se comunica con los científicos de la Tierra. Por la noche, todos los astronautas pasan su tiempo libre descansando en el salón. Por último, comprueba una vez más los sistemas y se acuesta.