Hemos diseñado nuestro campamento lunar para mantener a un máximo de ocho astronautas durante un periodo de tiempo indefinido, al tiempo que permitimos la posibilidad de ampliarlo. El propósito de nuestro campamento es proporcionar todo lo necesario para vivir y llevar a cabo una amplia gama de experimentos en diversas áreas de estudio. La base utiliza recursos naturales y locales, como el oxígeno y el agua del suelo, además de utilizar la energía solar, por lo que es casi autosuficiente. Además, todos ellos son accesibles en todo momento, independientemente de los factores externos (posición del sol, temperatura, radiación, etc.). Los materiales de construcción se eligieron cuidadosamente para que fueran fáciles de transportar y estuvieran bien protegidos del entorno. Elegimos estratégicamente el lugar de construcción para minimizar el esfuerzo y los recursos necesarios, así como los riesgos. El Campamento Lunar también se ha diseñado para dividir de forma segura todas las áreas, manteniendo la accesibilidad, tanto bajo tierra como en la superficie.

Hemos pensado en situar nuestro campamento cerca del polo norte, teniendo en cuenta muchos aspectos. En primer lugar, hemos decidido que la luz solar constante es crucial para que nuestra base funcione correctamente (utilizaremos paneles solares). Además, esto nos permite construir el campamento en un tubo de lava (los tubos de lava pueden alcanzar los 300 m de ancho y los 40 m de profundidad), lo que proporciona una mayor protección tanto de la radiación, que puede ser extremadamente dañina, como de los meteoritos. Sin embargo, sólo las viviendas y los laboratorios estarán bajo tierra, mientras que el invernadero y la granja se construirán en la superficie, para que las plantas y los animales reciban la luz solar que necesitan. Otro factor muy importante es la falta de variación de la temperatura (0˚C - -50˚C), en comparación con otras zonas de la Luna, donde puede llegar a -233˚C. Por último, en los polos se pueden encontrar cráteres con hielo, que nos proporcionan otra fuente estable de agua.

Lo primero que ocurre cuando los astronautas llegan, es el inflado de una tienda de campaña que será su refugio hasta que se construya la base. También contendrá los materiales que se utilizarán para la construcción, así como una impresora 3D, por lo que habrá que traer menos cosas de la Tierra. Todas las puertas herméticas conducirán directamente a las salas de despresurización que conectarán el exterior con el interior de los edificios.

 En primer lugar, la forma de nuestra base ha sido cuidadosamente elegida. Para minimizar el espacio utilizado en el tubo de lava, hemos diseñado las habitaciones, los laboratorios y la bahía médica como medio cilindro, y estarán cerca unos de otros para la accesibilidad y la eficiencia. El edificio se construirá con aluminio, porque la relación entre peso y durabilidad nos favorece. Parte del mobiliario será de cartón y se transportará deconstruido para que ocupe menos espacio. Las estructuras superiores tienen forma de cúpula, ya que tienen menos puntos débiles, y estarán hechas de polietileno, que es el material más resistente y transportable. También sirve para combatir la radiación y las erupciones solares.

Los rovers tienen acceso desde la parte inferior a la superior de la base a través de una plataforma móvil que tendrá una valla metálica para la seguridad del robot y de los astronautas.

Nuestro campamento lunar está diseñado específicamente pensando en la seguridad de los astronautas. En contra de la creencia popular, la Luna no es el lugar más amigable para vivir. Por ejemplo, una de las principales amenazas son los meteoritos. Este fenómeno puede ocurrir inesperadamente, por lo que nuestra base debe estar protegida en todo momento. Por eso decidimos construirla bajo tierra, en un tubo de lava. En cuanto a los edificios situados en la superficie, estarán hechos de materiales extremadamente resistentes, como el polietileno (que también puede proteger a todos los seres vivos de las radiaciones nocivas). Su forma también favorece su protección, ya que hemos decidido construirlos en forma de cúpula. El emplazamiento subterráneo de las viviendas y los laboratorios evita que sean dañados por la radiación y las ocasionales erupciones solares. Si los construyéramos en la superficie, los materiales utilizados tendrían que ser mucho más complejos para protegerlos.

Hemos diseñado un sistema especial que nos permite extraer el agua del suelo. Tras la extracción, el agua limpia va hacia los fregaderos, las duchas y el invernadero, y una parte se almacena para su consumo. Utilizamos un sistema hidropónico para regar las plantas, y tras salir del invernadero el agua va a los lavabos y a la granja. Toda el agua del baño y de otras fuentes se recicla, y el proceso se repite. De este modo, no se desperdicia agua y, por tanto, se necesitan menos recursos.

Como ya hemos mencionado, nuestra base es casi autosostenible, lo que significa que incluye muchos elementos codependientes que nos proporcionan alimento constante. Las principales fuentes de sustento son el invernadero y la granja, que se ayudan mutuamente a funcionar, con la ayuda de una estación de compostaje. El compost se llena con los residuos de la granja, y luego ayuda a las plantas a crecer más rápido y más sano. Como todo esto está situado en la superficie del polo norte (donde hay luz solar y radiación constantes), las plantas y los animales necesitan persianas retráctiles, ya que no pueden funcionar con más de una cierta cantidad de luz diaria.

Como los astronautas tienen que sobrevivir en un entorno hostil, es de vital importancia disponer de más de una fuente de energía, en caso de emergencia. La primera consiste en paneles solares colocados alrededor del campamento, que se alimentan continuamente de la luz solar (que es constante en el polo norte). La segunda es la estación de compostaje, ya que el gas se puede convertir en electricidad y calor. Ambas fuentes son renovables, por lo que nuestro sistema de energía es autosostenible y ecológico, ya que nuestro objetivo es preservar el medio ambiente, no aprovecharnos de los recursos que hay, como se hace con nuestro planeta hoy en día.

Ni que decir tiene que al principio tendrán que traer tanques de oxígeno de la Tierra. Sin embargo, una de las soluciones más eficaces es extraer el oxígeno del suelo, ya que la superficie lunar es rica en gases. Otra fuente tremendamente fiable es el invernadero, con el sistema de ventilación adecuado (las plantas utilizan CO2 y emiten O2). Además, hemos colocado estratégicamente tanques de agua con algas alrededor de la base, que también emiten una gran cantidad de oxígeno. Combinando todos los medios que tenemos a nuestra disposición, crearemos un sistema de ventilación que funcione bien y que no requiera grandes cantidades de energía.

El objetivo principal de este campamento lunar es la investigación científica. Los astronautas se centrarán en la geología, la química y la biología, como el estudio del suelo, los meteoritos y otras sustancias. Además, se estudiará el comportamiento humano en estas condiciones nunca vistas, como la radiación, la ausencia de gravedad y de aire, la variación de la presión atmosférica y las fluctuaciones extremas de temperatura. Los investigadores tendrán que analizar constantemente muestras de piel, realizar pruebas, experimentos y, lo que es más importante, tomar fotografías de cualquier cambio que se produzca. Además, tendrán que hacer un seguimiento de cualquier síntoma o comportamiento anormal que puedan observar en ellos mismos o en otros. Otra actividad importante será probar nuevos equipos de vanguardia que se utilizarán posteriormente en las expediciones de exploración del espacio. Los robots pueden recoger muestras y explorar partes de la Luna a las que los humanos no pueden llegar. En primer lugar, se observarán los hábitats no descubiertos.

Cada día en la Luna ofrece nuevas oportunidades para investigar el entorno no descubierto y probar el nuevo equipo. Dado que el concepto de día y noche está alterado en la Luna, los astronautas deben tener relojes que funcionen para mantener un horario de sueño estable. Sin al menos ocho horas de sueño, perderán su energía, productividad y agilidad. Por la mañana, harán su entrenamiento obligatorio y comerán una comida nutritiva. Cada día, habrá trabajadores de laboratorio (geología, biología y química) de guardia, trabajando en diferentes experimentos. Cada uno de los especialistas estará de turno en la bahía médica, en caso de emergencia u otros problemas de salud. El analista de comportamiento humano también estará de guardia la mayoría de los días. Habrá un mecánico/especialista en informática que supervisará diariamente el funcionamiento de los rovers y los robots. También se encargarán de los aparatos de la sala de comunicaciones, para que el contacto con la Tierra sea constante e ininterrumpido. Aunque la mayor parte de su actividad consiste en trabajos experimentales y de investigación, periódicamente se tomarán un tiempo libre para desconectar y realizar tareas de mantenimiento. El explorador/conductor de campo ayudará al trabajador del laboratorio en los viajes más largos, o irá a explorar por su cuenta. Si no se necesita asistencia, puede limitarse a supervisar las cámaras conectadas a los robots desde la base, para asegurarse de que siguen la ruta y no hay obstáculos que dificulten su movimiento. Los edificios superiores sólo necesitarán asistencia cada pocos días, porque el riego y la alimentación son en su mayoría automáticos.

Con un programa sin fisuras, los astronautas podrán llevar una vida sana y satisfactoria, llena de descubrimientos y oportunidades.