El objetivo del proyecto es crear una base lunar apta para todos con el fin de vivir en la Luna a pesar del entorno actual. Este campamento lunar debe ser lo más innovador y creativo posible.

Queremos construir nuestro campamento lunar en el cráter Clavius. Está situado en la cara visible de la Luna, al suroeste del cráter Tycho.

Elegimos este lugar por su tamaño (tiene 225 km de diámetro) y su profundidad (3,5 km de profundidad). También por la presencia de moléculas de agua en las proximidades. Hay entre 100 y 412 ppm. Otro criterio que nos hace querer vivir allí es el hecho de que en el sur de la Luna es más a menudo de día que de noche.

Vamos a utilizar recursos ya disponibles en la Luna, como el polvo, y fabricar ladrillos con él para construir carreteras y zonas de lanzamiento. Los científicos han descubierto que el polvo lunar es similar al polvo volcánico. Lo que queda por saber con certeza es si esta idea que parece tan práctica puede utilizarse y resulta tan eficaz como se espera.

Para poder beber en la luna, nos basamos en dos aspectos:
- Encontrar agua, que estará en forma de moléculas de agua, en la Luna. Está presente en la superficie, en microcráteres, en estado sólido.
- Otra posibilidad es fabricar agua en la Luna gracias al viento solar. Esto enriquecería la superficie de la Luna con ingredientes que podrían fabricar agua. El viento solar podría romper los enlaces moleculares entre el oxígeno y el silicio. Esta solución aún no es segura, al parecer se necesita más investigación.

Para la comida vamos a utilizar dos métodos diferentes:
Uno se llama acuaponía.
Y vamos a tener granjas de insectos para acceder a una fuente abundante de proteínas.

Como sabemos que las noches en la Luna son largas y duran catorce días, optamos por construir un huerto solar que recogerá calor durante el día lunar y suministrará electricidad durante la noche lunar.

Vamos a utilizar dos métodos. El primero consistiría en cultivar plantas que liberaran oxígeno utilizando el CO2 exhalado por los astronautas.
Otra forma sería utilizar la electrólisis del agua, que produciría dioxígeno e hidrógeno.

Una mañana, al despertarse, un joven muy ambicioso quiso ir a la luna. No tenía familia cercana, así que pensó que no echaría de menos lo que no tenía. Antes de tomar la decisión final, trató de obtener toda la información posible e intentó aprender todo lo que necesitaría para vivir en la Luna. Tuvo este sueño y otros más, lo cual es normal en alguien de su edad. A los 18 años estaba seguro de lo que quería ser. Sería astronauta. El 21 de abril de 2021 es un día que no olvidará. Estaba listo para partir. Por fin ha llegado el gran día. Está listo para pasar cinco días a bordo de un cohete que le llevará a la Luna. Por supuesto, se ha preparado para el Campamento Lunar y sabe qué hacer para sobrevivir en este entorno hostil.
¡3,2,1 encendido! Hay 3 personas a bordo. Una vez en la Luna, nuestros 3 aventureros miraron a su alrededor para ver dónde podían construir y optaron por el cráter Clavius, ya que allí los días son más largos que las noches. Decidieron que su campamento tendría forma de cúpula, ya que es la forma que ofrece más resistencia.
Para la alimentación utilizan la acuaponía y tienen una granja de insectos. Para la energía tienen una granja solar que funciona de día y otra de noche. Y decide cultivar plantas que liberen oxígeno utilizando el CO2 que exhalan los astronautas.
Otra forma que elige es utilizar la electrólisis del agua, que produciría dioxígeno e hidrógeno.